Hoy en día existe una gran cantidad de tipologías documentales.
A la hora de escribir un documento de investigación, lo primero que tenemos que tener en cuenta es qué tipo de investigación vamos a realizar. En función de ello, será mejor que expresemos los resultados obtenidos en un tipo de documento en concreto.
Además de esto, según cual sea nuestro área de investigación, es más habitual plasmar nuestras conclusiones en algunos tipos de documentos en concreto, puesto que se ajustarán mejor a la investigación realizada.
Es por ello, que a continuación te mostramos cuáles son los tipos de documentos más comunes en función del área de conocimiento al que pertenezcamos.
Estudios empíricos
Son estudios de informes originales, en los cuales a través de un análisis secundario ponemos a prueba la hipótesis inicial. Suelen estar divididos en secciones que corresponden a cada una de las etapas de la investigación.
Reseñas de literatura
Evaluaciones críticas de un material ya publicado, en ellas podemos encontrar síntesis y meta-análisis (estudio cuantitativo) de las investigaciones.
Artículos teóricos
Están basados en una investigación ya existente, de la que pretenden promover los avances que han surgido. Tienen una estructura similar a las reseñas de literatura.
Estudios metodológicos
Nuevas aproximaciones metodológicas a través de las cuales podemos modificar los métodos ya existentes. Son muy detallados y nos sirven para aplicar la metodología dentro de una investigación.
Estudios de casos
Son informes que ilustran un problema para resolver y sirven para arrojar luz a otras investigaciones.
Comentarios
Análisis de un texto a través del cual recogemos información general sobre lo que en este se expresa y sobre su autor.
Revisión narrativa
Es un tipo de revisión en el cual se hace un resumen más o menos crítico de la literatura. Es más subjetiva que una revisión sistemática, puesto que se basa en el juicio de cada autor. Sirve para conseguir información más general para temas más amplios.