Llega desde Retraction Watch una noticia: Frontiers to retract 122 articles, links thousands in other publishers’ journals to “unethical” network
Llama la atención el contenido, ya que una vez más vemos una retractación masiva sobre contenidos de 2022 dentro de un sello editorial que siempre tiene la espada de Damocles sobre su cabeza. Una red de autores y editores, esta vez, sin declarar conflictos de intereses y que dejan en entredicho que las evaluaciones hayan sido todo lo éticas y rigurosas que cabe esperar de una publicación de este tipo.
Pero, ¿quién está detrás de este tipo de análisis y revisiones que obliga a retirar estos contenidos una vez publicados, aunque hayan pasado ya algunos años? En este caso, STM Integrity HUB, una Asociación Internacional de Editores Científicos, Técnicos y Médicos que promueve una investigación fiable para el beneficio de todos. Lo integran 152 miembros de 21 países y aunque parezca poco probable, algunos de esos editores son los que tienen que retractar. Creamos entonces en que hacen bien su trabajo.
Este tipo de asociaciones, como la COPE o STM parece que se están manifestando como actores fundamentales para el propio autocontrol de las publicaciones, siendo el propio sector editorial quien quiere velar por la integridad de su sector.