Las revisiones sistemáticas se han convertido en uno de los tipos de revisiones más utilizadas dentro del campo de la investigación, ya que resumen de una manera muy detallada y concisa lo publicado de una temática en concreto.
Una revisión sistemática consiste en realizar un análisis crítico de toda la evidencia científica publicada en varios recursos diferentes, sobre una pregunta de investigación que se ha establecido previamente. A través de este tipo de revisiones logramos identificar lagunas del conocimiento que nos permiten crear nuevas líneas de investigación.
La revisiones sistemáticas son realizadas habitualmente por pares independientes, de tal manera que reducimos la posibilidad de error.
Características de las revisiones sistemáticas
Tipos de revisiones sistemáticas
Existen dos tipos de revisiones sistemática:
Si quieres conocer más en profundidad el mundo de las revisiones sistemáticas, te recomendamos que eches un vistazo a los siguientes enlaces.
¿Cómo debo elaborar la pregunta de investigación?
Nuestra pregunta de investigación va a ser la base de la revisión, por ello tiene que ser clara, concreta y concisa.
Debemos tener en cuenta que hay diversos tipos de preguntas en función de la revisión que vayamos a realizar, PICO, PECO, PICOS…
¿Qué es el sesgo de publicación?
Es habitual que una revista no publique todas las investigaciones que se han llegado a realizar sobre un tema, en función de los resultados obtenidos en las investigaciones.
Está demostrado que las investigaciones con resultados positivos a favor de la hipótesis inicial, son más publicados que aquellos casos en los que los resultados no concluyen de la manera esperada.
Este factor se llama sesgo de publicación, y tenemos que tener en cuenta que existe a la hora de hacer una revisión sistemática
¿Es siempre una revisión sistemática la mejor opción que puedo escoger?
Existen muchos tipos de revisiones, y cada una de ellas será la mejor opción en función del tipo de investigación que vamos a realizar.
Si queremos una revisión más general de lo publicado sobre un tema la mejor opción será una revisión narrativa, si por el contrario buscamos conocer más a fondo y de manera más metódica sobre el tema de la investigación, la revisión sistemática será una buena elección.
¿Tengo que hacer la misma búsqueda en todas las bases de datos?
Así es, para analizar la información publicada en diferentes recursos tendremos que replicar exactamente la misma búsqueda en todos los recursos, mismas palabras claves, operadores booleanos , filtros y limitadores.
¿Qué debo incluir en la metodología de mi revisión?
Tendremos que dejar reflejado las bases de datos utilizadas, fechas, estrategia de búsqueda, quedando escrito de la siguiente manera:
La búsqueda fue realizada entre los días … y … en las bases de datos … con los siguientes términos … usando descriptores … y combinándolos con los operadores booleanos…
En esta primera fase marcaremos la línea de investigación a seguir durante toda la revisión.
A la hora de elegir la pregunta de investigación deberemos tener en cuenta que debe poder responderse de una manera muy detallada y concisa.
Si la revisión sistemática va a estar orientada al campo de salud podremos establecer la pregunta mediante el modelo PICO.
Ejemplo:
¿Ayuda la metformina en pacientes con diabetes de tipo 2 a disminuir los eventos cardiovasculares?
Cuando hayamos decidido la pregunta de investigación, deberemos de dejar plasmado en nuestro trabajo final los pasos que hemos llevado a cabo.
En el marco teórico, explicaremos las características del estudio, si sigue el método PICO deberá aparecer la definición precisa de cada una de las partes, patología a estudiar, diagnóstico, tratamiento etc.
Además, es en esta parte del proceso dónde deberás dejar marcados los objetivos de tu investigación.
Una vez establecida la línea de investigación es el momento de pensar dónde y cómo vamos a buscar, además de los criterios a utilizar.
No existe un número preestablecido sobre los recursos a consultar a la hora de realizar una revisión sistemática. En el momento que nos planteemos con cuantas fuentes vamos a trabajar debemos de tener en cuenta que tienen ser suficientes para mostrar diversidad, pero no demasiadas, para que el estudio sea abarcable y preciso.
Elegidos los recursos tendremos que seleccionar nuestra estrategia de búsqueda. Para elegir los términos que vamos a utilizar en la búsqueda tendremos que descomponer nuestra pregunta de investigación en palabras clave o keywords.
Podemos ayudarnos del lenguaje normalizado que aparece en tesauros, en el caso de ciencias de la salud DeCS y el MeSH.
Para combinar nuestros términos de búsqueda podemos hacer uso de los operadores booleanos.
Debemos tener en cuenta que la estrategia de búsqueda utilizada en todos los recursos con los que trabajemos deberá ser la misma, incluyendo mismos términos, limitadores y filtros para todas las fuentes de información.
Una vez finalizada la búsqueda, tendremos que seleccionar los criterios de exclusión a seguir, para posteriormente guardar los resultados que hemos decidido, formen parte de nuestra revisión.
Finalmente tendremos que hacer una gestión de resultados, donde eliminaremos los posibles duplicados que hayamos encontrado en los diferentes recursos estudiados. Para hacer más efectivo este proceso, recomendamos el uso de un gestor bibliográfico como Zotero
Al igual que en la fase anterior tendremos que dejar plasmadas todas las tareas realizadas en esta parte de la investigación, las bases de datos consultadas, términos elegidos para la búsqueda y como se han combinado, limitadores usados etc.
Con todos los estudios seleccionados pasamos a la extracción de datos. Para hacer este procedimiento lo aconsejable es utilizar un cuaderno estandarizado, de tal manera que al realizar la extracción por pares ambos sigan los mismos criterios.
Es en este momento cuando tenemos que establecer la información más relevante para la pregunta de investigación planteada.
Previo a la realización de esta fase, se ha debido de establecer una estrategia para llegar a consenso en caso de discrepancia entre las dos personas responsables de la realización de la revisión.
Para que la extracción sea objetiva se deben quitar todos los datos que sean identificables, es decir autores, revistas, instituciones etc.
En el ámbito de ciencias de la salud se suele utilizar un diagrama de flujo PRISMA para representar la extracción de datos realizada.
Con los estudios seleccionados, procederemos a evaluar la calidad de estos.
A la hora de evaluar debemos tener en cuenta la calidad metodológica y científica de los estudios con los que vamos a trabajar y el riesgo de sesgo.
Para realizar la evaluación de la calidad existen herramientas especializadas que se basan en el uso de una escala a través de la cual se evalúa de manera cuantitativa o cualitativa (alta, media y baja) en función de los criterios de calidad establecidos previamente en la escala.
Se denomina riesgo de sesgo a la sobreestimación o subestimación del resultado de una investigación o estudio. Para evaluarlo existen diversas escalas como Rob 2.0 (utilizada en ensayos clínicos aleatorizados) o Robins I (para ensayos clínicos no aleatorizados).
Se dejará plasmados en nuestra revisión los elementos que se han utilizado para medir la calidad, acompañado de una pequeña descripción de las herramientas utilizadas en esta fase.
Esta fase de la revisión consta de una presentación de los datos con los que hemos trabajado en la investigación. La presentación de estos datos puede hacerse mediante una tabla de contenidos.
Uno de los campos que más uso hace de las revisiones sistemáticas es Ciencias de la Salud. Para hacer una presentación de los resultados sobre ensayos clínicos, nuestra tabla deberá incluir: autor del estudio y año de publicación, tipo de estudio, número de participantes, intervención analizada y duración de esta, cuáles han sido las variables medidas y los resultados obtenidos.
Para concluir nuestra investigación deberemos dejar plasmado en este apartado cuales han sido los hallazgos que hemos encontrado a lo largo de todo el proceso.
Puesto que los datos ya han sido extraídos en fases previas, lo que tendremos que incluir en esta última etapa no serán los resultados en sí, sino el porqué de estos.
Además, podemos hacer comparación de nuestros resultados con oros estudios, teniendo en cuenta que no podemos hacer uso de artículos que hayan formado parte de nuestra revisión, puesto que ya están incluidos.
En cuanto a las conclusiones, estas serán las que pondrán fin a nuestra revisión, en ellas buscamos dar respuesta a nuestra pregunta de investigación inicial. Deberán ser claras y concisas.
Cuando vamos a realiza una investigación sobre un tema en concreto, es muy importante tener en cuenta que tipo de revisión se ajusta más a las necesidades de nuestra pregunta inicial.
Para ello debemos analizar los recursos y la información publicada que hay disponible.
Si descubrimos que una revisión sistemática no se ajusta a nuestras necesidades actuales, debemos tener en cuenta otro tipo de formatos como: