Un profesor de Ciencias de la Computación de Stanford dijo en una conferencia: “La inteligencia artificial es la nueva electricidad. Al igual que la electricidad generó una revolución hace 100 años, la IA está destinada a hacer lo mismo hoy”. Ninguno de los presentes se rió. Nadie protestó ni lo cuestionó porque, en el fondo, sabían que tenía razón. La inteligencia artificial ya está presente entre los estudiantes y llegó para quedarse. El desafío no es frenarla, sino formar profesionales que la usen con criterio, ética y creatividad.

 

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