A pesar de que la IA cuenta con décadas de investigación a sus espaldas, su uso masivo se ha popularizado en los últimos años. Su potencial en la medicina, el análisis de datos y la creación de contenido han producido entusiasmo en una gran parte de la población, pero la euforia descontrolada inicial ha dado paso a una crisis de confianza. El paso de la IA por este 2024 ha estado marcado por la necesidad de regulación y un debate ético cada vez más presente.

 

Acceso