El informe recoge las percepciones de 1075 estudiantes a través de un cuestionario estructurado en estos bloques:
Conciencia ambiental. Los resultados muestran una conciencia ecológica muy elevada, con medias superiores a 4 en ítems clave. La afirmación más respaldada fue “Hay que usar los recursos naturales sin desperdiciar” (4,53). Las mujeres y estudiantes de Economía‑Empresa puntúan ligeramente más alto, destacando una sensibilidad creciente a lo largo de la carrera, aunque con un leve descenso durante los cursos intermedios.
Sostenibilidad económica. Los estudiantes apoyan firmemente la economía circular (4,38), el comercio justo (4,36) y las energías renovables (4,27). Las diferencias entre géneros persisten (mujeres más altas), pero no entre titulaciones, mostrando una visión homogénea de las políticas sostenibles.
Sostenibilidad social. Valores como la equidad, justicia intergeneracional e igualdad de género reciben altas puntuaciones, considerándose pilares esenciales que deberían promoverse con mayor fuerza en las instituciones educativas.
Impacto en el rendimiento empresarial. Los estudiantes ven la sostenibilidad como una ventaja competitiva: reputación, fidelización de clientes y aumento de ventas son percibidos como beneficios reales, especialmente entre quienes estudian Economía‑Empresa.

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