El cambio climático y la salud están más conectados de lo que parece. Mientras el clima afecta a los sistemas sanitarios, estos también contribuyen al problema, generando cerca del 5% de las emisiones globales. Hacer que el sector salud sea más ecológico —por ejemplo, enfocándose en la prevención, usando energía eficiente, gestionando mejor los residuos y capacitando al personal en prácticas sostenibles— puede mejorar tanto el medio ambiente como la calidad del cuidado. Iniciativas locales necesitan apoyo estratégico y financiero. La Unión Europea y la OMS ofrecen en este informe diferentes recursos clave para que los países avancen hacia una salud más verde y sostenible.